La Iliada
Es “el poema de la guerra, la furia y la muerte†y está compuesto por más de 15.000 versos repartidos en 24 cantos. Cuenta algunos sucesos de la primera parte del “ciclo troyano†–no todos- acontecidos durante la guerra de Troya, que sucedió aproximadamente sobre el año 1250 a.C.: el asedio que las tropas griegas dirigidas por el rey de reyes Agamenón hicieron sobre las murallas de la inexpugnable Ilión (Troya), la de los muros erigidos por el dios Poseidón y gobernada por el rey PrÃamo. Sin embargo, de los 10 años de asedio, Homero apenas si nos cuenta los episodios de un par de meses en el décimo año de guerra, la llamada “cólera de Aquilesâ€: el enfrentamiento del protagonista griego con Agamenón a causa de una esclava prisionera, Briseida; el retiro de Aquiles del combate y las consiguientes derrotas griegas, huérfanas del primero de sus héroes; la lucha de Patroclo con las armas del “pélida†y su muerte; el dolor de Aquiles y su retorno al combate para vengar la muerte de su favorito; por último, la derrota del troyano Héctor, cuyo cadáver es cruelmente arrastrado en torno a la ciudad, y la entrega de su cadáver al rey PrÃamo, para celebrar unos funerales apropiados.
Este es el argumento de la obra. Sabemos que el relato general del “ciclo†tiene su origen y su propio desenlace, su comienzo y su final, pero Homero sólo se detiene en un episodio lleno de escenas de especial relevancia: los brutales combates entre nobles, el llamado “catálogo de las naves†en el que se enumeran las fuerzas de los griegos, la despedida de Héctor y su esposa Andrómaca, o la asamblea de los dioses, presidida por Zeus, discutiendo sobre la suerte de los combatientes. En estos episodios se detallan con atención y solemnidad los rasgos de los personajes (y sus epÃtetos: Aquiles es “el de los pies ligerosâ€; Ulises “el astutoâ€, “el de muchos recursosâ€; la diosa Atenea “la de ojos glaucosâ€, etc.)., principales y secundarios, humanos y divinos, en torno a los cuales los dioses del Olimpo intervienen a favor o en contra de los bandos contendientes.
La
IlÃada es el reflejo legendario de una época ya pasada en la que valÃan la fuerza y la astucia, la rapiña y la guerra, la muerte heroica y rápida (el ejemplo del joven Aquiles), época en la que humanos y dioses actuaban al unÃsono para resolver las rivalidades de la tierra y del Olimpo. Una época, demás, que ha sido arqueológicamente datada gracias a los hallazgos de uno de los aventureros más apasionantes del siglo XIX: H. Schliemann, quien con la única ayuda del texto homérico fue capaz de encontrar en la colina turca de Hissarlik los restos de la antigua Troya, demostrando en 1870 que la ciudad sufrió una tremenda destrucción en el siglo XIII a.C., con lo cual quedarÃa probado que las historias que cantó Homero allá por el silo VIII a.C. tuvieron su germen real unos siglos antes.
Es “el poema de la guerra, la furia y la muerte†y está compuesto por más de 15.000 versos repartidos en 24 cantos. Cuenta algunos sucesos de la primera parte del “ciclo troyano†–no todos- acontecidos durante la guerra de Troya, que sucedió aproximadamente sobre el año 1250 a.C.: el asedio que las tropas griegas dirigidas por el rey de reyes Agamenón hicieron sobre las murallas de la inexpugnable Ilión (Troya), la de los muros erigidos por el dios Poseidón y gobernada por el rey PrÃamo. Sin embargo, de los 10 años de asedio, Homero apenas si nos cuenta los episodios de un par de meses en el décimo año de guerra, la llamada “cólera de Aquilesâ€: el enfrentamiento del protagonista griego con Agamenón a causa de una esclava prisionera, Briseida; el retiro de Aquiles del combate y las consiguientes derrotas griegas, huérfanas del primero de sus héroes; la lucha de Patroclo con las armas del “pélida†y su muerte; el dolor de Aquiles y su retorno al combate para vengar la muerte de su favorito; por último, la derrota del troyano Héctor, cuyo cadáver es cruelmente arrastrado en torno a la ciudad, y la entrega de su cadáver al rey PrÃamo, para celebrar unos funerales apropiados.
Este es el argumento de la obra. Sabemos que el relato general del “ciclo†tiene su origen y su propio desenlace, su comienzo y su final, pero Homero sólo se detiene en un episodio lleno de escenas de especial relevancia: los brutales combates entre nobles, el llamado “catálogo de las naves†en el que se enumeran las fuerzas de los griegos, la despedida de Héctor y su esposa Andrómaca, o la asamblea de los dioses, presidida por Zeus, discutiendo sobre la suerte de los combatientes. En estos episodios se detallan con atención y solemnidad los rasgos de los personajes (y sus epÃtetos: Aquiles es “el de los pies ligerosâ€; Ulises “el astutoâ€, “el de muchos recursosâ€; la diosa Atenea “la de ojos glaucosâ€, etc.)., principales y secundarios, humanos y divinos, en torno a los cuales los dioses del Olimpo intervienen a favor o en contra de los bandos contendientes.
La
IlÃada es el reflejo legendario de una época ya pasada en la que valÃan la fuerza y la astucia, la rapiña y la guerra, la muerte heroica y rápida (el ejemplo del joven Aquiles), época en la que humanos y dioses actuaban al unÃsono para resolver las rivalidades de la tierra y del Olimpo. Una época, demás, que ha sido arqueológicamente datada gracias a los hallazgos de uno de los aventureros más apasionantes del siglo XIX: H. Schliemann, quien con la única ayuda del texto homérico fue capaz de encontrar en la colina turca de Hissarlik los restos de la antigua Troya, demostrando en 1870 que la ciudad sufrió una tremenda destrucción en el siglo XIII a.C., con lo cual quedarÃa probado que las historias que cantó Homero allá por el silo VIII a.C. tuvieron su germen real unos siglos antes.