La
divina comedia se centra en la imaginación y en la alegoría de la visión
cristiana de la resurrección y de la vida posterior a la muerte desde el punto
de vista medieval de dicha época con sus connotaciones occidentales de la
iglesia de occidente. Escrita en dialecto toscano, se divide en tres partes
fácilmente difenciables, que son: El infierno, el purgatorio y el
paraíso.
Originalmente
la obra fue titulada simplemente "Comedia" y más tarde fue bautizada por
Giovanni Boccaccio como "divina comedia". La primera obra que se tiene
conocimiento en el cambio de título data del año 1553 bajo una primera edición
veneciana del humanista Lodovico Dolce.
Infierno
El
poema del infierno comienza la noche anterior al viernes Santo del año 1300.
Dante de 35 años de edad, es encontrado por Virgilio en un estado de depresión y
con constantes alusiones al suicidio. Dante, enfermo de locura es atacado por
diversos animales (un león, un leopardo y una loba) es incapaz de encontrar el
camino recto y además está completamente arruinado. Comienza así un viaje por el
inframundo acompañado por Virgilio en el que tendrá que caminar de espaldas al
camino para no ver el camino que está por delante. Esta alegoría representa el
infierno y cómo el alma es conducida tras el pecado, siendo las 3 bestias una
representación de tres pecados, la autoindulgencia, la violencia y la maldad.
Del mismo modo, estos 3 pecados también son representados en las tres divisiones
del infierno de Dante, que son: El infierno superior (5 círculos) para los auto
indulgentes, lo círculos 6 y 7 para los pecados de los violentos, y los círculos
8 y 9 para los pecados maliciosos.
El purgatorio:
Dante
localiza el Monte Purgatorio en una isla del hemisferio sur surgida de las aguas
en el lugar exacto en el que cayó Satanás tras crear el infierno. Allí en el
purgatorio, Dante y Virgilio son atraídos por la música de Casella y amonestados
por Cato, guardián pagano colocado allí por Dios. Son multitud de debates en los
que ha sido objeto de estudio este personaje de Cato, ya que Dante nunca dejó
claramente enfocado si su alma estaba destinada finalmente al cielo o al
infierno.
El paraíso
Beatriz
guía a Dante a través de las 9 esferas del paraíso. Se trata de 9 cielos
esféricos concéntricos, en los que sin duda el autor pudo influenciarse por la
obra cósmica de Aristóteles en la que también aparecen estas 9 partes.
Dante simboliza el paraíso con la capacidad de las almas de amar a Dios y por lo tanto, en función de ese amor, se establece una jerarquía celestial en la que el alma puede ir ascendiendo de uno a otro cielo superior. Destaca esta idea de un alma más desarrollada que otras en cuanto a su proximidad con Dios, y a diferencia del Infierno y del purgatorio que se basa en diferentes clasificaciones de pecado, en el paraíso se utilizan diferentes virtudes, conocidas como virtudes teológicas cardinales.
Dante simboliza el paraíso con la capacidad de las almas de amar a Dios y por lo tanto, en función de ese amor, se establece una jerarquía celestial en la que el alma puede ir ascendiendo de uno a otro cielo superior. Destaca esta idea de un alma más desarrollada que otras en cuanto a su proximidad con Dios, y a diferencia del Infierno y del purgatorio que se basa en diferentes clasificaciones de pecado, en el paraíso se utilizan diferentes virtudes, conocidas como virtudes teológicas cardinales.
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